De aquella edad pueril donde una piedrita es un carro, un palo es una espada, un papel es un avión y una palabra, para fortuna o infortunio, suelta al aire sin cuidado puede marcar para toda la vida.
De aquella edad pueril donde una piedrita es un carro, un palo es una espada, un papel es un avión y una palabra, para fortuna o infortunio, suelta al aire sin cuidado puede marcar para toda la vida.