«Cuidado que por ahí están los rojos». Dice una de las fuentes que nos facilitó el acceso; un empleado, obrero, miembro del sindicato de trabajadores del Hospital Universitario de Caracas (HUC). Se refiere a un grupo de «seguridad», miembros de un colectivo chavista, que «resguarda» al recinto médico con métodos violentos y hostiles hacia los que no simpaticen con el gobierno de Maduro y, más aún, hacia la prensa.
«Antes la gente venía a comer para acá. Ahora, esto parece un penal. Mira las raciones que le tenemos que dar a los pacientes, por eso nunca terminan de recuperarse, porque necesitan una dieta personalizada y balanceada. Y si tú me dices que falta algún alimento porque está escaso, yo te entiendo, ¿pero tú me vas a decir que no hay fruta?». Dice la coordinadora de nutrición en el piso 4 del HUC.
«Yo sufro de diábetes, así que necesito comer un pan integral, con jamón desgrasado y queso, una fruta, un jugo, nutrientes pues. Pero esto es lo que me sale, porque no tengo cómo comprarme yo misma la comida». Dice una paciente, a la espera desde hace un mes por un procedimiento quirúrgico en su pierna.
Historias así abundan. También las camas vacías; el HUC opera muy por debajo de su capacidad por falta de insumos.
Pero no es falta de recursos. Es una pésima administración con fuertes indicios de corrupción, enquistada en el hospital de referencia número 1 en Venezuela.