«Paz, respeto al estado de derecho y a la soberanía nacional», «verdad, justicia, derechos humanos, reparación de víctimas y reconciliación», «(tema) económico – social» y «generación de confianza y cronograma electoral».
Esos enunciados titulan los cuatro vértices de la «mesa de diálogo» que reunió al gobierno, la oposición, distintos expresidentes, la Unasur y el Vaticano en Caracas, el pasado 31 de octubre.
Sin embargo, en síntesis, la oposición venezolana enfoca sus esfuerzos en lograr: liberación de presos políticos (todos), elecciones generales en 2017, un «nuevo CNE (designación de 2 rectores a los que se le vence el plazo en diciembre para el Consejo Nacional Electoral)» y la revocación de la medida del TSJ (Tribunal Supremo de Justicia) que declara en desacato la Asamblea Nacional.
No obstante de haber transcurrido seis días de la instauración de la «mesa de diálogo», altos dirigentes chavistas han enfatizado que no hay ni negociaciones ni avances con respecto a los puntos de honor que la Mesa de la Unidad (MUD) ha impuesto como condición para su presencia en la mesa.
El 1 de noviembre se confirmó la liberación (bajo medidas cautelares y restrictivas) de cinco presos políticos. Sin embargo, «fuentes próximas a la cancillería venezolana», reseñó EFE el 2 de noviembre, aseguraron que el gobierno no vincula la liberación de estas «personas privadas de libertad» (como se les definió en el acuerdo de la mesa de diálogo) con el diálogo.
Hasta la fecha no ha habido más liberaciones.
El jefe del Estado Mayor de los Clap y alto dirigente chavista, Freddy Bernal, calificó en declaraciones públicas como «caprichos de los niños de papá» la exigencia de la MUD de elecciones generales.
Diosdado Cabello, diputado del Psuv y considerado como el segundo hombre del chavismo, expresó en entrevista a Televén:
«No le veo mucho futuro, sobre todo cuando esta gente (MUD) da una rueda de prensa y dice que su exigencia es que tiene que haber elecciones generales en el primer trimestre del año 2017 y, sino, ellos se levantan. Que se levanten porque aquí no va a haber elecciones generales en el primer trimestre». Reseñó Lapatilla.
Sobre las medidas que podrían levantarle el desacato a la AN no ha habido noticias.
En los próximos días, la AN tiene contemplado iniciar el proceso de elección de nuevos rectores del CNE. Sin embargo, con el desacato en plena anulación de todos sus actos, estas designaciones no tendrían efecto.
«Hasta que no acate las decisiones (la AN), las sentencias, hasta que no reconozca el resto de los poderes (públicos de la república venezolana) que están en esta Constitución, ninguno de sus actos van a ser válidos», declaró a la prensa el diputado Héctor Rodríguez, jefe de la bancada oficialista, el pasado 1 de noviembre.
Otro punto de honor de la MUD rechazado por el chavismo.
Por otra parte, Carlos Ocariz, dirigente opositor y portavoz alternativo de la MUD, reafirmó el pasado 3 de noviembre las metas de la oposición en el marco de la «mesa de diálogo» en alocución pública.
Sin embargo, enfatizó que no quieren (la MUD) generar expectativas aún sobre los resultados que, según han ampliamente advertido, de no verse concretados el 11 de noviembre, les haría retomar la jornada de protestas y presión de calle, suspendidas como gesto de disposición al diálogo por parte de la MUD al inicio de este.
Rafael Hernández.